Baic cuida tu salud tras el volante

Cuidar de tu salud tras el volante es posible, así que no hay excusas

Si te duele la espalda y no es por cargar con la responsabilidad de ser el que rompe mitos en tu familia, puede ser por tu forma de conducir. No tiene nada que ver con que creas que le puedas ganar a Toretto en la vía, sino en tus hábitos al colocarte tras el volante. Una mala postura o la falta de cuidado pueden marcar la diferencia sobre tu bienestar. Por eso, te contamos cómo puedes cuidar de tu salud tras el volante.

Existen muchos factores de riesgo al conducir, relacionados directamente con la salud de quien está tras el volante. La falta de hidratación, un déficit de atención o somnolencia, son algunas de las razones que pueden afectar nuestra capacidad de reacción al manejar. Para que no pasemos sustos, atenciones preventivas a favor de nuestro bienestar.

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Si te preguntas cómo puedes cuidar de tu salud tras el volante, pues…

Lo mejor es tomar acciones preventivas para cuidar de tu salud al conducir, porque si ya pasado los 30 duelen las rodillas, peor agravar la situación por malestares al conducir. Ten en cuenta estas recomendaciones: 

  1. La mejor postura para conducir: Aunque muchas veces no te fijes en cómo te colocas tras el volante, puede pasar factura a la salud. Lo recomendado es asegurarse de que la altura y distancia del asiento sea la adecuada. Las piernas deben quedar flexionadas de manera que dejen a los pies pisar a fondo los pedales del embrague, freno y acelerador sin verse obligado a inclinar el cuerpo hacia adelante. También el respaldo debe estar en la posición más recta posible que permita que, con los brazos ligeramente flexionados, el torso esté a una distancia mínima de 25 cm del volante.
  2. La importancia de ver bien: El 90% de la reacción de un conductor depende de su salud visual. Aún con una excelente vista, condiciones climáticas o la falta de luz puede reducir en un 70% la capacidad de reaccionar. Por ello, acudir a un oculista para revisiones periódicas es lo más recomendable para tratar cualquier problema con antelación.
  3. Comer con cabeza antes de conducir: Para conducir, hay que estar atento y concentrado. Más aún si son trayectos largos, lo que comas antes puede marcar la diferencia, tanto para bien como para mal. No comer adecuadamente puede generar fatiga y disminuir los reflejos al volante. Por su parte, comer alimentos pesados o cargados de azúcar pueden provocar sueño, lo que es peligroso al volante.
  4. Conducir con calor: En condiciones de calor conducir puede ser peligroso, ya que afecta a las capacidades: reduce la concentración, la atención y la capacidad de reacción. Además, agrava la hostilidad, la somnolencia y la fatiga del conductor. Es por ello que es importante acudir al aire acondicionado del auto o si el calor es extremo, parquear en espacios con sombra.
  5. Enfermedades crónicas y conducción: ¿Qué es lo que debes saber? Aquellos conductores que sufran alguna enfermedad crónica deben considerar una serie de recomendaciones para que conducir no implique un riesgo. Lo más conveniente es pedir consejo al médico o al especialista de referencia antes de realizar rutas largas en auto y también debes tener en cuenta:
  • Planificar muy bien los trayectos y los descansos, respetando el horario de comidas y medicinas.
  • Seguir la pauta de medicación prescrita por el especialista. Los medicamentos hay que mantenerlos en un lugar fresco y seco, lejos de las altas temperaturas y de los rayos del sol.
  • Llevar encima un informe actualizado de la situación clínica y del tratamiento prescrito.
  • Extremar las precauciones al volante y evitar las situaciones de riesgo añadido, como conducir de noche, con condiciones meteorológicas adversas o con tráfico intenso.
  • Y, por último, siempre que sea posible, conducir acompañado.

En BAIC Ecuador tenemos los autos que van a cuidar de tu salud. ¿No lo crees? Te han dicho que los autos chinos no son cómodos o no son espaciosos. Bueno, eso es porque jamás se subieron a un BAIC. Nuestros autos están diseñados para darte el máximo confort al volante, combinado con prestaciones que mejorarán tu experiencia. Pero sé tú quien rompa los mitos, VEN A PROBARLOS y descubre lo que es conducir a otro nivel, porque cuidar de tu salud tras el volante es posible.

Vitaminas para fortalecer tu sistema inmune si sales constantemente

Tras una pandemia, de seguro todos buscamos fortalecer nuestro cuerpo para evitar que un quebranto de salud. Más allá del peligro que aún es el Covid 19, hay muchas más afecciones de las que debemos cuidarnos, muchas causadas también por los cambios de clima, de frío al calor o viceversa. Hacer ejercicio o comer saludablemente son grandes decisiones, pero el cuerpo también necesita de complementos para estar siempre en buenas condiciones. Por eso, te contamos cuáles vitaminas para fortalecer tu sistema inmune debes tomar, si sales constantemente a la calle en tu auto.

Comer bien y tomar agua, al menos 2 litros al día, son grandes formas de darle a tu cuerpo lo que necesita. La deficiencia de algunos nutrientes, que se obtienen en minerales o vitaminas, pueden exponer a nuestro organismo a un mayor riesgo de contraer alguna patología. Es por ello que en tu alimentación diaria debes asegurarte de proporcionarle a tu cuerpo todo lo que necesita.

Más aún si tus obligaciones laborales o estudiantiles te exigen estar fuera de casa regularmente. Es en el exterior donde estás expuesto a enfermedades y por ello debes considerar cuidarte aún más. Si estás en la calle manejando o dirigiéndote a un punto, debes seguir cuidando tu alimentación e hidratación. Así, tu cuerpo no sufrirá las secuelas de la fatiga, pero también estará más protegido de contagiarse de cualquier enfermedad.

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Vitaminas para fortalecer tu sistema inmune que no te pueden faltar en tu día a día

Si bien hay muchos nutrientes que tu cuerpo necesita en el día a día, estos son las 5 vitaminas que no pueden faltarle a tu cuerpo. Más aún si debes proteger tu salud cuando estás expuesto en el exterior constantemente.

  1. Vitamina B: Interviene directamente en la detección de agentes patógenos externos y actúa sobre ellos. Buenas fuentes de vitamina B: garbanzos, carnes, pescado, plátano, lácteos y mariscos.
  2. Vitamina A: Fortalece los mecanismos básicos de defensa que posee el organismo humano. Algunas fuentes de vitamina A: brócoli, espinacas, acelgas, col, lácteos, pescado, huevos o hígado de res.
  3. Vitamina C: Tiene una excelente función antioxidante, lo que ayuda al cuerpo a mantener su protección de agentes externos. Buenas fuentes de vitamina C: pimiento, cebolla, col, verduras de hoja verde, coles de Bruselas, frutas cítricas y mango.
  4. Vitamina E: Ayuda a mantener el sistema inmunológico fuerte frente a virus y bacterias. Ayuda a formar glóbulos rojos y ensancha los vasos sanguíneos. Fuentes de vitamina E: aceites vegetales (aceite de oliva), frutos secos, semillas de girasol, verduras y hortalizas.
  5. Vitamina D: Se relaciona con la protección contra múltiples enfermedades respiratorias. La vitamina D es conocida también como la vitamina del sol, ya que la exposición solar es la mejor fuente para obtenerla.

Adicionalmente, para que las defensas del cuerpo no sean vulneradas, también es importante cuidar los ambientes en los que nos encontramos. La adecuada desinfección en espacios, como el auto, ayudará a evitar el contacto con peligros externos.

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